levo
anclas en busca de ese océano calmado
que
se encuentra en tu lindo pensamiento,
donde
la lluvia no moja y el viento es el aliento
que
alimenta nuestro amor sincero y callado.
Tus
ojos son el barquito en el que yo navego
henchido
de pasión por esos bellos luceros
que
me alumbran con un hermoso fuego
para
despojarme de todo el desasosiego
que
siento hasta que al cielo grito te quiero.
Te
amo… me amas… y soñamos despiertos
con
la llegada de esos momentos anhelados
en
los que tu y yo, muy juntos y enamorados,
arribemos a unos puertos alegres y desiertos
donde unir nuestros espíritus encantados.
Sólo
pido que en este viaje no exista el olvido
y
que esperes ilusionada esa bonita alborada
que
vendrá en una mañana tranquila y templada
a liberar el amor que un día nos regaló Cupido
con
una dulce poesía y una romántica balada.
Las
velas de mi barco… tu mirada,
en
el cielo, en la mar…
y
la brisa de tu alma… mi amada.
A.V.
10-6-12
Hermosas palabras de un sentimiento salido del alma, me gusta mucho y me siento muy identificada. Gracias por compartirlo. Un saludo.
ResponderEliminarMuy hermoso, un sentimiento del mañana que anida en tu ser
ResponderEliminarun beso
Que romantico sentir el tuyo,precioso entero sin duda,pero me quedo con ese hermoso final...
ResponderEliminarGracias por el tiempo que me dedicas en mi rincón.
Besos.
Hola, que bien suenan tus palabras, bellas, que hacen soñar con un mundo mejor, con mucho amor. Hermosa entrada con un hermoso final. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy bello.
ResponderEliminarSaludos para ti.
mar