donde navego henchido de amor,
para apresar los mimos risueños
que irradia tu lindo resplandor.
De ellos nace... la bella mirada
por la que suspira mi aliento,
anhelando que sea la alborada
que ilumine mi pensamiento.
Te quise, te quiero... y te querré,
aunque solo seas una ilusión...
y en la eternidad yo te amaré
con el fervor de mi corazón.
Por eso... cuando miro tu alma
se aviva mi apasionado cantar...
envolviéndose con la dulce calma
que escapa de tu lindo caminar.
Eres un rayo de esperanza
en mi entristecida soledad...
a la que llenaste de confianza
con tu candorosa felicidad…
Hoy y también mañana...
enamorada seguirá mi vida,
de aquella chiquilla lozana
y de su primavera florida.
A.V. 28-1-14
Imagen gentileza de http://creacionesdepilar.blogspot.com.es/