Mañana me gustaría ser...
una lágrima de amor en tu mirada
que hiciera de nuestro atardecer
una tierna y hermosa balada.
Yo quisiera volverte a besar...
y acariciar tu alma de azucena,
para contigo de nuevo soñar...
liberando mi dulce condena.
Y retener otra vez tu aroma
con un abrazo hechicero...
para hacer de ti... esa paloma
que me dio su cariño verdadero.
En tus labios de ambrosía...
anhelo reposar mi aliento
para despertar la poesía
que habita en mi pensamiento.
Mañana me gustaría ser...
un suspiro en tu corazón,
para apresar ese querer
que surgió de nuestra pasión.
A.V. 27-4-13