y surcar el cielo en busca de mi aliento,
mi corazón palpitaría feliz y contento
al ver que tu eres la luz de mi cantar.
Si alguna vez deseara tu mente soñar
y navegar por el mar de mi pensamiento,
mi espíritu se llenaría con un sentimiento
que haría de mí un enamorado juglar.
Un trovador con una hermosa canción
para que tu figura dulce y nacarada
resplandezca en el jardín de la pasión.
Y así ser una rosa tierna y enamorada,
con un aroma tan henchido de ilusión
que a mi voluntad la tiene hechizada.
A.V. 25-11-12