yo no puedo caminar...
pues me falta niña amada...
su precioso despertar.
Por eso... cuando lloras...
con perlas de terciopelo,
el brillo que atesoras...
se convierte... en mi anhelo.
Y vuelve a tus ojos el amor...
como si fuese un lucero...
envuelto en el resplandor
de un apasionado te quiero.
Y la noche se hace día...
con un aroma de pasión...
diciéndote en su melodía
lo que te ama mi corazón.
Qué bello es el amanecer
de tu alma de sirena...
por ti siento este querer...
mi adorada... azucena.
Con la luz de tu mirada
yo no dejo de soñar...
tu eres... niña amada...
el jardín de mi cantar.
A.V. 22-6-14