En la rosaleda del amor…
una violeta... y una linda rosa
hacen florecer el fervor
de una chiquilla primorosa.
Y un jazmín y un limonero...
y un manantial de ambrosía
embellecen el canto hechicero
de su apasionada melodía.
Con el rocío de la mañana
refrescando su pasión...
despierta esa niña lozana
y sucumbe mi corazón...
Qué sincera es su belleza...
y qué tierna… su figura,
envuelta en naturaleza
y rebosando hermosura.
En el jardín de mi aliento...
vuelan alegres mariposas...
acariciando su pensamiento
con la dulzura de mis glosas.
Y las flores... hacen de ella...
una fuente de agua serena...
con esa mirada de estrella...
y de nombre ... Helena...
Y unos cisnes nacarados...
que son parte de mi vida...
navegan enamorados...
de esa ninfa tan querida.