envuelta en el aroma de un amor,
por una chiquilla alegre y sincera
de la que emana un dulce resplandor.
De ella vuela una mirada hechicera
apresando el alma de un ruiseñor…
para hacer que su corazón la quiera
como se quiere a la más linda flor.
Y despierto entre nubes de algodón
con un suspiro acariciando el viento,
por esa mujer de tierna pasión.
Azucena… jazmín y pensamiento…
es una niña henchida de ilusión…
tan bella como el mismo firmamento.
A.V. 6-5-18