Vestida de níveo marinero
surgió una hermosa sirena...
y de mis labios… un te quiero
para su aura de azucena.
Va cantando una balada...
llena de embrujo y fervor
envolviendo con su mirada
el fuego de mi resplandor.
Con su caminar vaporoso…
no camina… tan solo vuela...
igual que un ángel gozoso
convertido en damisela.
Y sus cabellos de ambrosía…
acariciando al viento…
seducen con su osadía…
el anhelo de mi aliento.
Por eso… suspiro al verla…
tan dulce y reluciente…
pues solo deseo quererla
de forma sincera y ferviente.
De blanco y nácar…
esa niña… es la dueña…
del cielo… de la mar…
y de mi alma risueña.
A.V. 2-7-14
Esa niña con ese pelo bailando al viento...Realmente es muy hermoso leerte.
ResponderEliminarMis felicitaciones. Me encanta.
Un abrazo amigo y feliz verano.
Hermosos versos dedicas a tu sirena que nacida del corazon, se vuelve suspiro en tus palabras.
ResponderEliminarBesos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPrecioso como siempre tus poemas son tan dulces y sublime que haces que se arranquen suspiros del alma.
ResponderEliminarBesos querido poeta del amor.
Como para no suspirar con tu bella poesía.
ResponderEliminarBesos
Tus poemas y tus versos siempre tan llenitos de puro amor.
ResponderEliminarBesos y a disfrutar del verano.