Con la dulzura de una balada...
me he vuelto a enamorar...
de una niña... de su mirada...
y también de las olas del mar.
Ella tiene apresado el cielo...
con la belleza de su figura...
que es de fresa y terciopelo...
un universo de hermosura.
Sí... la quiero... te quiero...
tu eres... pasión y aliento...
un manantial hechicero
para todo mi pensamiento.
Y esos ojos... y esa sonrisa...
son fuente de ambrosía...
de donde brota la brisa
que embelesa mi poesía.
Y su piel... de nácar y jazmín
es de seda vaporosa...
con un aroma danzarín..
que la hace...tan preciosa.
Cuando la miro... y me mira...
mi corazón se estremece...
y la dulce luna suspira...
viendo como me adormece.
Es tanto... lo que la amo...
en la noche... al amanecer...
pues esa sirena es el bálsamo
que embriaga mi querer.
A.V.3-7-14
Que lindo poema, felicidades Antonioe.
ResponderEliminarSaludos.
Lola Barea.
Mi querido Antonio, tu palabras sin la hermosa balada del amor que sientes y transmites por doquier.
ResponderEliminarBesos.
Cuanto hacía que no me pasaba por aquí y es un gozo leer estas rimas cantarinas llenas de piropos perfumados que llevan un ritmo precioso de principio a fin.
ResponderEliminarMe ha encantado tu poesía Antonio.
Un abrazo.
Bálsamo y delirio, soñando en sus brazos y amanecer reflejado en su retina.
ResponderEliminarUn beso.
Una balada que acompaña a un amor de belleza inigualable :)
ResponderEliminarMe encanta el poema!!
Un abrazo y pásate cuando quieras :3
El amor viste tus versos, una balada hermosa y es que cuando el corazón se siente enamorado todo en él rebosa belleza y felicidad.
ResponderEliminarBesitos!
Un poema digno de admirar, muy hermoso.
ResponderEliminarSaludos. Joan