Marinero...

Marinero de tierra y soledad

entristecido está sin la mar,

sin esa goleta llena de bondad

que tenía junto a su despertar.

Navegando va sin navegar

por ese piélago lleno de pena

en el que naufragó ese cantar

que adormecía su condena.

En los océanos de la pasión

su espíritu es un lindo velero

que anhela encontrar el corazón

de un hermoso y bello lucero.

Un barquito que hundido quedó

en un abismo de negra oscuridad

donde la fría noche lo hospedó

con su amarga y temida crueldad.

Marino con alma de ruiseñor

deja de llorar y empieza a zarpar,

levando anclas en busca del amor

que esperando está tu trovar.

Con una poesía y una balada

conquistarás de nuevo al viento

y a esa fragata enamorada

que apresó tu pensamiento.

Consuelo se llama esa mujer...
esa corbeta que tanto le quiere
y a la que ama con todo su ser.

A.V. 10-8-12