Con un dulce te quiero...
y el candor de un verso...
a ti... corazón hechicero
entrego... mi universo.
Se lo doy a una flor...
que tiene preso mi aliento...
en un jardín de amor
y precioso sentimiento.
Ella... una linda azucena...
con pétalos de nívea piel...
en la mar... es una sirena
de ambrosía y aguamiel.
Tiene una hermosa mirada...
que vuela llena de pasión...
al ver mi alma embelesada
con las notas de su canción.
¡Sí! ahora sé que la amaré...
en la noche... en el día...
y a la eternidad me llevaré
su embrujada melodía.
A.V. 14-5-16
Es un hermoso poema que lleva consigo todo ese sentimiento que hay en ti.
ResponderEliminarBesos
Me he perdido este bello poema y otros cuentos más, al menos cuando paso disfruto de leer hasta donde el tiempo me alcanza.
ResponderEliminarUn abrazo amigo poeta Antonio.
Ambar