Y llegó un sonido hechicero
con sus aires de libertad...
para cantarle como un lucero
a la tristeza de mi soledad.
Te quiero le dije a su aliento
con la fuerza de un ciclón...
esa es la estrella del firmamento
donde morirá mi corazón...
Y con la luz de nuestro amor
del cielo brotaron azucenas...
haciendo de mi alma la flor
que enardece a las sirenas.
Te quiero irradiaron mis ojos...
avivando el candor de su mirada,
con la belleza de unos labios
rojos...
diciendo... que es... mi enamorada..
Y sonó una balada celestial...
volando alegres dos mariposas...
ella y yo... y un aura angelical...
entre nubecillas vaporosas.
A.V. 25-7-14
¡Lindo poema de amor! Solo quién lo siente lo puede plasmar tan dulcemente.
ResponderEliminarUn abrazo antoinoe.
Que bellamente le escribes al amor, amigo Antonio.
ResponderEliminarNo paso muy seguido ya que sólo de vez en cuando veo tus publicaciones, pero doy un buen repaso y disfruto de tus versos.
Un buen fin de semana y un abrazo.
Ambar
Hermoso poema es bueno volver a leerte, romántico poeta.
ResponderEliminarUn abrazo que tengas un buen domingo.