En una montaña hechicera
se besa el viento y luna,
para que brote la primavera
con su halo de fortuna.
Con el cielo por testigo...
el sol bendice la mañana
y en un hermoso abrigo...
despierta mi hada serrana.
Sus ojos son... una estrella
que ilumina el firmamento
y su figura... una sisella
que vuela con mi aliento.
Al alba... al alba... su alma...
se levanta llena de fervor...
enardeciendo con su llama
el dulce encanto del amor.
Y el rocío mañanero...
en su mejilla se ha posado,
para que un lindo lucero
se duerma... embelesado.
En esa cumbre tan hermosa
vive el alma de una niña...
que convertida en mariposa
vuela y vuela por la campiña.
A.V. 12-3-14
Precioso cada día son mejores tus letras dulce poeta.
ResponderEliminarBesos feliz fin de semana.
Unas cuartetas preciosas Antonio. Mucho ritmo y color en esta maravillosa poesía que me ha encantado leer, porque tiene perfume a primavera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un hechizo de amor, donde jamás esas almas que se aman podrán alejarse y sentirse solas. Me encanta!
ResponderEliminarBesos!
Cuando el amor nos hechiza, no hay montaña por muy alta que sea que nos aleje del amor, ni océano lo suficientemente amplio que nos separe del sentimiento puro y noble que sale de nuestro corazón.
ResponderEliminarBesos
La Naturaleza envuelve en armonía hermosos versos de amor.
ResponderEliminarUn abrazo
Cristina
Belleza de poema, con un divino manejo de letras amorosas que me encanta leer...
ResponderEliminarUn beso poeta romántico.
La primavera siempre tan inspiradora, preciosas tus letras como siempre mi querido amigo.
ResponderEliminarUn cálido y tierno abrazo.