un lucero apasionado...
ha descendido del cielo
con su halo nacarado.
En su hermosa mirada…
tiene una fuente de pasión,
para embellecer la alborada
de mi candoroso corazón.
Y sus labios de ambrosía...
son un dulce sueño de amor
que envuelve con su fantasía
el ímpetu de mi fervor.
¡Qué belleza de mujer!...
como la noche se ha vestido,
para cautivar el querer
de mi aliento adormecido.
Con sus cabellos de miel
revoloteando al viento...
al verla... suspira mi piel
y todo mi pensamiento.
Su alma es flor de romero...
y su carita... una azucena,
con ese cuerpo hechicero
de albahaca y yerbabuena.
A.V. 17-3-14
Precioso poema de amor
ResponderEliminarUn beso
Bello como siempre tu sentir
ResponderEliminarun beso Antonio
Bellos versos para ensalzar la belleza,
ResponderEliminarpara rendir pleitesía
a la mujer amada
Versos enamorados que le lanzas a tu amada que te tiene el alma robada.
ResponderEliminarBesos
Qué belleza de versos, un poema precioso, en todo...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho estar por aquí un ratito. Se disfruta la poesía...
Saludos!
Qué linda poesía y qué lindos sentimientos, Antonio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Para admirarla y amarla
ResponderEliminarBesos