El influjo de la luna se ha dormido
con su aura hechicera y nacarada,
para esconder la hermosa alborada
que hizo de mi corazón su nido.
Soñoliento está el amor de Cupido
esperando el despertar de mi amada,
para que su mirada dulce y apasionada
me devuelva su aliento más querido.
En el firmamento reluce blanca y
bella,
una niña que cautivado tiene al
viento
con el resplandor de su linda
estrella.
Entusiasmada y llena de sentimiento,
con la aurora resurge esa doncella
que apresado tiene mi pensamiento.
A.V. 30-12-12
Precioso, Antonio.
ResponderEliminarrealmente precioso, tus versos son delicados, dulces y llenos de ternura, el universo te inspira de maravilla, gracias poeta.
Un abrazo.
Ambar.
Qué bello, bonita esa inspiración de luna. Qué tierno eres antonioe.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermoso ¿queda mas que decir poeta?
ResponderEliminarbesos