TU MIRADA, AQUELLA QUE LLEGÓ SIN DECIR NADA
UNA TARDE ANGOSTA, LLENA DE LUCES Y SOMBRAS,
DE FORMA HERMOSA, PERPETUA Y SEDUCTORA,
EN UN SUSPIRO HECHIZÓ MI ALMA Y ME HIZO CAUTIVO
DE UNA NIÑA ILUSIONADA, CON EL VIENTO, CON LA ALBORADA.
MI CORAZÓN, SIN SENTIR NADA SE PREGUNTABA
¿A QUÉ VIENE LA MIRADA DE ESA NIÑA GUAPA?
¿ES QUE ESTARÁ ENAMORADA?
¿DE QUIEN?, ¿DE MI ALMA?
¡SI YO NO LE HE DICHO NADA!
ESA TARDE NACIÓ EL AMOR EN MIS ENTRAÑAS Y YO….
SIN SABER NADA, SIN SENTIR QUE ME HABÍAS ROBADO EL ALMA.
HOY TE DOY LAS GRACIAS POR AQUELLA PRIMERA MIRADA
QUE HIZO TEMBLAR MI VIDA Y MI CALMA…
CHIQUILLA GLORIOSA ME ENAMORASTE NO CON TU VERBO
NI CON TUS PALABRAS, SÓLO BASTÓ TU FINA MIRADA
QUE, COMO DARDOS LLENOS DE AMOR,
SE CLAVÓ EN LO MÁS PROFUNDO DE MI CORAZÓN.
A.V. 18.1.12
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