PODRÉ RENUNCIAR A LA VIDA,
PODRÉ RENUNCIAR A REIR,
INCLUSO A SER FELIZ,
A SOÑAR, A VIVIR…
PERO NIÑA, LO QUE NUNCA
PODRÉ ES RENUNCIAR AL AMOR
QUE TENGO POR TI,
A DEJAR DE SENTIR
LO QUE SIENTO POR VOS.
ESO JAMÁS PASARÁ,
PUES QUIERO MORIR
TENIENDO DENTRO DE MÍ
EL FERVOR QUE UN DÍA TE DÍ,
Y QUE NUNCA, NUNCA
DEJARÉ DE SENTIR.
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