Tan cerca… tan cerca…
de una estrella… de un lucero…
Aspiro su aroma… le digo te quiero.
y contemplo su belleza…
su tez de dulce nácar…
y esa sonrisa… y esa mirada…
y sus cabellos al viento…
acariciando mi alma.
Así… al mirarla… sé que muero…
Muero… feliz y contento…
sabiendo que ella es…
todo mi universo…
Y sueño… con un abrazo…
cautivador y hechicero…
y sueño… con un profundo beso…
lleno de amor eterno.
Tan cerca… tan cerca…
de esa niña… de esa sirena…
todo mi corazón palpita…
tiembla y suspira…
al sentir el aire de su aliento…
Y con temor… con ilusión…
me acerco… y lloro en silencio…
con lágrimas etéreas…
y llenas de sentimiento.
que como ríos cristalinos
surcan todo mi cielo.
Hoy sé que siempre…
para toda la eternidad… la querré.
Hoy sé… que en mi soledad…
de forma callada y serena…
amándola yo… moriré.
A.V. 11-2-24
Un amor infinito, más allá de las estrellas, unas letras que expresan un amor eterno en toda regla.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo poeta.
saludos y adios
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