Un niño
va caminando…
entre
suspiros de fervor.
Lleva su
corazón llorando
por el
recuerdo de un amor.
Y le
envuelve la soledad…
bajo el
añil del cielo…
Y una
triste oscuridad…
apresa su
dulce anhelo.
Llora…Llora
peregrino…
junto al mar
de la ilusión…
Viste de
nuevo tu camino
con un
manto de pasión.
Tus
lágrimas llegarán
a ese
piélago tan tierno…
sabiendo
que se fundirán
en un
abrazo sempiterno.
Y olvida
todo lo vivido…
que se lo
lleve el viento…
Y busca
el aroma florido…
de un
dulce sentimiento.
Ama… ama…
lindo lucero
a esa preciosa
chiquilla…
Regálale
un te quiero…
para
sonrojar su mejilla.
A.V.25-2-2022
Que ternura de sentimiento en este poema.
ResponderEliminarFeliz fin de semana Antonioe.
Un abrazo