Cuando te miro por última vez...
sabiendo que muero enamorado...
recuerdo la preciosa candidez...
de aquél abrazo apasionado.
Y ahora... que todo ha pasado...
suspiro un último aliento...
con mi corazón olvidado
por tu hermoso pensamiento.
Y tú... no eres tu... dulce viento...
ni mi alma ya es mía... ruiseñor...
pues has perdido en el firmamento
el encanto de nuestro amor.
Me voy.... henchido de dolor...
caminando solo y en soledad...
sabiendo que tu... linda flor...
ni siquiera anhelas mi amistad.
Hoy...con la luz de mi oscuridad...
se difumina tu blanca palidez...
expirando aquella felicidad...
que nos devolvió a la niñez.
A.V.
y yo me quedo embobaita con esa poesia tan bella amigo antonioe eres un gran poeta, y gracias por tu visita que la verdad que estoy chunguilla llevo dias que uf gracias por todo besitossssss
ResponderEliminarEs precioso el poema!
ResponderEliminarEnhorabuena.
Besos.
De tu poesía se me hizo la tarde, dulce, tan dulce y anhelante. Es un gusto llegar al cobijo de tu blog. Saludos afectuosos.
ResponderEliminarUn precioso poema lleno de añoranza.
ResponderEliminarEs la primera vez que entro en este espacio y me voy encantada, yo sé mucho de añoranzas y entiendo el sentimiento que encierran esos bonitos versos.
Cariños y buena semana.
kasioles
MARAVILLOSOS VERSOS.
ResponderEliminarComo siempre, nos tienes acostumbrados a esta dulce ternura.
Un abrazo.
Ambar