con su
luz embrujada...
hace
de una sirena
la
mujer más amada.
De
su halo surge el amor
por
un hermoso lucero...
¡Oh
Dios! qué resplandor...
vuela
diciendo... te quiero.
Noche
de luna llena...
en
un cielo de estrellas...
con el
aroma a azucena
del
edén de las doncellas.
Tiene
preso el corazón
de
un tierno arlequín...
que
suspira de pasión...
por
la flor de ese jardín.
Noche
de luna llena...
y el
susurro del mar...
¡Qué
hermosa condena!
para
volver a soñar.
Y
las olas de plata fina...
bailando
en la eternidad...
con
una mandolina...
que
llora de felicidad.
Hermosas palabras que entran en la esencia de todas las mujeres.
ResponderEliminarbesos
Precioso poema. Felicidades. Besos.
ResponderEliminarHermoso poema, esos cantares del alma que escribes muy bien.
ResponderEliminarSaludos afectuosos.