que te vaya bien...
pues si de mí has huido
yo me iré también.
Y olvidaré la mar...
de tu dulce mirada,
para dejar de soñar
con su bella alborada.
Y tú... antaño una flor...
serás una triste amapola,
que ha perdido su frescor
y toda su aureola.
Cuando la luz se apaga,
triste es la soledad...
que al alma embriaga
con su yerta oscuridad.
Hoy volveré a vivir...
colmado de ilusión...
haciendo de mi existir
un volcán de pasión.
Pero… algo de mí…
se ha marchado contigo…
con esa parte de ti
que me hizo ser… mendigo.
A.V.5-12-13
Hola Antonio, bellísimos tus poemas como siempre, llebaba unos días sin entrar por aquí porque he estado actualizando un poquito mi blog, pero es un verdadero placer y relax detenerme un ratito en tu blog para deleitarme con los poemas de un mendigo de amor como tan preciosamente te defines en este último; ufff, eres buenísimo mi querido amigo, nunca me canso de leerte
ResponderEliminarbesos y hasta otro ratito
Así es triste pero real algo se marcha siempre con el ser amado, cuando ceban parte de nosotros se va también, unas letras nostálgicas pero igualmente bellas, hoy tomo mi café leyéndote, así me sabe más dulce como tus letras.
ResponderEliminarBesos que tengas una hermosa semana querido poeta.
Muy bello, Antonio, cada siempre cada poema tuyo.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Ohh vaya que belleza de letras y tristeza al mismo tiempo, un abrazo :*
ResponderEliminarHermosos versos, un poema muy sentido y triste, pero toda despedida lo es más cuando el corazón de uno de los dos queda herido. Así es como lo he sentido al leerte. Lo has plasmado de una forma magnífica.
ResponderEliminarBesos!
Mi querido Antonio, aunque nos de la sensación de que el amor se esfuma, siempre hay un rincón por donde vuelve a penetrar y a iluminar el corazón.
ResponderEliminarBesos
Impactante y emotivo, Antonio! Un placer leerlo, siempre...
ResponderEliminarFelicidades en estas fiestas, es mi deseo desde mi verano azul...
Muy triste como toda despedida
ResponderEliminarBesos