De violeta es su envoltura
y de pasión mi corazón
con una preciosa figura
que inspira mi canción.
¡Es ella! Mi dulce aventura;
una niña de bombón…
esa hermosa escultura
que apresó mi ilusión.
Y sus labios hechiceros,
un regalo del cielo…
dos lindos luceros
de fresa y caramelo.
Ellos son agua y viento,
un torrente de amor
que llenó de sentimiento
el cantar de un ruiseñor.
De ambrosía y aguamiel
endulzan el firmamento
y enardecen toda mi piel
con su bello enamoramiento.
Y sus labios hechiceros...
el jardín del deseo
y el alma de mis te quieros.
A.V. 19-2-13
Querido Antonio, hoy nos has regalado una joya de poema que sin querer hiela las venas tanto amor que en él hay prendido. Besos y un buen fin de semana.
ResponderEliminarBellos versos llenos de un gran amor por esa musa que te inspira,un regalo para la vista tu poema Antonio,besitos querido poeta
ResponderEliminarTus versos siempre lindos, dulces, transparentes y llenísimos de amor... Un gusto como siempre amigo.
ResponderEliminarSencillamente preciosa esta poesia. Te felicito!!
ResponderEliminarun abraxo!
Un dulce poema, encantador.
ResponderEliminarMe gustan tus letras.
Un abrazo y feliz semana.