Como un niño enamorado…
de un bombón de chocolate…
al que mira embelesado
tras un frío escaparate...
Así está mi corazón…
bañado con el dulce amor
que un precioso gorrión
irradia henchido de fervor.
En una jaula de cristal…
reposa ese tierno manjar,
con una figura angelical
y la belleza de su cantar.
¡Oh cielo! Que linda doncella
con ese alma de caramelo...
que tiene envuelta su estrella
en un manto de terciopelo.
Ella es... la luz de mi vida...
una golosina de ambrosía...
tan deseada... tan querida...
que es la razón de mi poesía.
Vestida de rojo pasión...
y sus piernas de azabache,
ha hecho que mi ilusión...
de alegría se emborrache.
¡Qué injusto es querer...!
como yo estoy queriendo,
a una extraordinaria mujer...
por la que me voy muriendo.
¡Bella es la muerte....
que cubre mi aliento...!
anhelando quererte...
en el eterno firmamento.
A.V. 18-7-13
Que hermosas letras entre dulces y apasionadas palabras.
ResponderEliminarBesos.
Muy pero muy hermoso, letras que enamoran el alma, que acunan el corazón y lo mesen con el vaivén de tu sentir, me encanta leerte.
ResponderEliminarBesos querido amigo que tengas una linda semana.
Escribes poemas llenos de romance y ternura, amigo.
ResponderEliminarSiempre es un agrado leer tus finas letras.
Abrazos
ResponderEliminar¡Maravillosa!!!
Tus poemas están todos llenos de amor... tanto sentimiento y nostalgia pones en ellos, que cada palabra en ellos dejas definida.
Un beso grande poeta.
Una bella melodía de amor despliegas en estos dulces versos, tan dulces como ese bombón
ResponderEliminarque se encuentra tras el cristal de los sentimientos.
Me encantó Antonio.
Un abrazo