Cuando te miro por última vez...
sabiendo que muero enamorado...
recuerdo la preciosa candidez...
de aquél abrazo apasionado.
Y ahora... que todo ha pasado...
suspiro un último aliento...
con mi corazón olvidado
por tu hermoso pensamiento.
Y tú... no eres tu... dulce viento...
ni mi alma ya es mía... ruiseñor...
pues has perdido en el firmamento
el encanto de nuestro amor.
Me voy.... henchido de dolor...
caminando solo y en soledad...
sabiendo que tu... linda flor...
ni siquiera anhelas mi amistad.
Hoy...con la luz de mi oscuridad...
se difumina tu blanca palidez...
expirando aquella felicidad...
que nos devolvió a la niñez.
A.V.