Soledad… extraña compañera…
con su dulzura duerme al viento,
haciendo de la luna hechicera
guardiana del firmamento.
A veces es… ilusión y anhelo…
melancolía… y desamor…
el cobijo de terciopelo
de un apasionado ruiseñor.
Otras… un pajarillo herido
envuelto de llanto y pena…
donde el sueño del olvido
acaricia su alma serena.
En la noche... por el día...
es compañera cautivada…
por el canto… la poesía…
de una estrella nacarada.
Soledad... amante y mendiga...
se ha convertido en mujer...
en ladrona… y tal vez… amiga…
del despertar de su querer.
A.V. 22-4-15
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